Los delfines de Bahía de Banderas
Por: Biol. Astrid Frisch Jordán
Bahía de Banderas es considerada como un lugar de gran importancia entre balleneros comerciales y algunos cetólogos desde finales del siglo XIX. Según estudios realizados en 1988 por Salinas y Bourillón, en la Bahía se encuentran 12 especies diferentes de Cetáceos, 9 de las cuales pertenecen al Suborden Odontoceti y 3 al Suborden Mysticeti. Dentro de los Odontocetos se encuentran las estenelas moteadas (Stenella attenuata), las estenelas giradoras (Stenella longirostris), los delfines naríz de botella (Tursiops truncatus), las orca falsa (Pseudorca crassidens), los delfines de dientes rugosos (Steno bredanensis), el cachalote enano (Kogia sinus), el zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris), las orcas (Orcinus orca) y el Mesoplodonte. (Mesoplodon sp). De los Mysticetos se encuentran las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae), el rorcual tropical (Balaenoptera edeni) y la ballena gris (Eschrichtius robustus), siendo esta última un visitante ocasional.
La mayor concentración de especies se presenta durante el invierno y el verano, descendiendo notablemente en la primavera, y siendo las especies más comunes Stenella attenuata, Stenella longisrostris y Tursiops truncatus. Stenella attenuata y Tursiops truncatus se encuentran presentes todo el año y ambas especies han sido registradas en la forma costera (Stenella attenuata graffmani y Tursiops truncatus gilli). Dentro de todas estas especies, una de las más conocidas y apreciadas es el delfin nariz de botella, conocido por algunos como el famoso “Flipper.” Los delfines nariz de botella pertenecen al Orden Cetacea, Suborden Odontoceti y a la Familia Delphinidae. El género Tursiops proviene del latín tursio que significa marsopa y del subfijo griego ops que significa rostro y la especie truncatus proviene de la raíz latina trunco que quiere decir truncado, esto en relación con su hocico corto en comparación con los de otros delfínidos.
Los delfines nariz de botella o tursiones son de tamaño mediano que varia de los 2.4 a los 4.2mts. son robustos, de rostro corto, cónico y grueso. La aleta dorsal es triangular, ligeramente falcada y de base ancha. Su coloración es muy variable, pero por lo general el dorso es de color gris a casi negro (Watson, 1981; Urbán, 1983). Los tursiones son de distribución mundial, evitando sólo aguas de altas latitudes. En México es posible encontrarlos en aguas costeras y oceánicas, tanto en el Pacífico como en el Atlántico. En el Pacífico se reconoce la subespecie gilli, de hábitos costeros distribuida desde la frontera con Estados Unidos hacia el sur incluyendo el Golfo de California, hasta la frontera con Guatemala, extendiéndose a lo largo de Centroamérica; y la subespecie nuannu de hábitos oceánicos en el Pacífico tropical (Walker, 1981; Urbán, 1983).
En Bahía de Banderas se encuentran distribuidos por toda la bahía, y es posible que presenten nacimientos durante todo el año, siendo la época de mayor frecuencia la temporada otoño-invierno. Los tursiones se han observado en asociaciones interespecíficas con diferentes especies y en el caso específico de la bahía se les ha encontrado en compañía de estenelas moteadas (Stenella attenuata), orcas falsas (Pseudorca crassidens), orcas (Orcinus orca) y de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae). Son conocidos como una especie oportunista en sus hábitos alimentarios, y el tipo de animales de los que se alimenta es muy diverso e incluye peces, moluscos y crustáceos, en el caso de Bahía de Banderas han sido observados alimentándose principalmente de jureles (Caranx hippos) y de macarelas (Scomber japonicus). Por lo general, se encuentran en grupos de menos de 15 delfines y se agrupan en manadas que consisten de varias hembras maduras y sus crías de hasta 2 años de edad, donde, regularmente, los machos adultos y subadultos, así como las hembras jóvenes nadan en la periferia.
También existen manadas de juveniles, que en algunos casos pueden ser de un sólo sexo. En ocasiones varias manadas pueden reunirse en un solo grupo formando grandes rebaños de hasta varios cientos de individuos que viajan juntos durante tiempos muy variados. Tienen una compleja organización social de estructura abierta en donde los miembros se pueden intercambiar continuamente y, en el caso de las especies costeras también pueden poseer un rango hogareño definido. Sin embargo, diferentes especies e incluso, diferentes poblaciones de la misma especie presentan variedad en su estructura social como respuesta a las condiciones ambientales, como la disponibilidad y distribución del alimento, la densidad de los depredadores y las características físicas del ambiente (Scott et al. 1990). Al parecer las hembras juegan un papel más importante que los machos en la formación y la integración de los grupos. Por lo general se asocian con otras hembras en grupos muy estables conocidos como bandas.
Por otro lado, los machos no se asocian a ninguna banda en particular, más bien se mueven de una banda a otra en busca de hembras receptivas, y esta búsqueda puede incluso llevarlos más allá de los límites de sus comunidades. Algunas veces los machos pueden asociarse en grupos aun más estables que los de las hembras formando parejas o tríos, al parecer en este tipo de asociaciones los machos cooperan para poder acorralar a las hembras o robárselas a otros machos, así como para establecer cierto tipo de dominio sobre la comunidad y así tener un mayor éxito reproductivo (Connor et al. 1992). Asociaciones similares entre los machos también se presentan en algunas especies de primates con una fuerte jerarquía de dominio, como es el caso de los macacos, chimpancés y mandriles, donde este tipo de asociaciones les permite mejorar su jerarquía social y tener acceso a las hembras receptivas, así como a defenderlas de otros machos jóvenes. En todos los casos las alianzas entre los machos son parte de una estrategia para obtener el mayor beneficio reproductivo (Félix, 1997).
Los delfines nariz de botella son conocidos también por sus interacciones con embarcaciones, ya que disfrutan al aprovechar las olas y corrientes que estas generan, pero es importante no acosarlos, ya que podemos interferir con sus actividades de reproducción o de alimentación. Recuerda que no se pueden utilizar jet skis o realizar actividades de pesca deportiva o comercial e cerca de los delfines. Por favor no tires ninguna clase de objetos al agua, en especial plásticos, colillas de cigarros o cualquier material sintético ya que pueden ocasionarle problemas a los animales si se los llegaran a tragar accidentalmente. Queremos que los delfines sigan alegrando las aguas de nuestra bella bahía, ellos cuentan contigo para poder sobrevivir.